Esta pandemia de la noche a la mañana cambió nuestra manera de ver el mundo, de vivir, de trabajar y más aún, con la llegada de las cuarentenas, por primera vez, la gran mayoría de nosotros conocimos el “teletrabajo”, el “estudio a distancia” y con ello, el ocio y tiempo en internet aumentó exponencialmente y la gente quería entretenimiento, es así que plataformas de Streaming, empresas como Netflix, Amazon Prime, Twich y el mismo YouTube tuvieron picos históricos de audiencia, vistas y reproducciones mientras que las redes sociales se convirtieron en los únicos medios de comunicación entre empresas y su público objetivo, ya que las personas consumían estos medios a toda hora. Las estrategias de marketing tuvieron que cambiar, el marketing visual tomó una mayor relevancia apelando al video y la fotografía.
“Una imagen vale más que mil palabras”, dice el viejo dicho, ¿Qué sería del marketing digital sin la fotografía? Simplemente no podría funcionar como funciona en la actualidad y quizá perdería impacto, ya que la fotografía da un mensaje más directo, transmite la información en mucho menos tiempo, luce a tu negocio de manera visual y capta la atención del consumidor de manera espontánea.
Hay varios estudios que indican a la fotografía como la clave del éxito en una campaña, el engagement aumenta drásticamente y el 40% de los usuarios online son más propensos a comentar y compartir contenidos fotográficos y no tanto aquellos que solo tienen texto, incluso ganándole al video; existen campañas donde la presencia de texto es casi nulo, porque la imagen puede ser tan potente que la existencia de letras puede omitirse. Una buena fotografía puede definitivamente inducir al consumo.
Los productos necesitan venderse de forma visual, el público objetivo busca la experiencia de un sabor, de un color, de una textura o simplemente belleza, donde pueden alterar hasta nuestro estado de ánimo, pero hay que entender que para que la fotografía como herramienta de marketing de buenos resultados, es necesario que esta tenga un buen componente estético y agradable para el posible consumidor, de lo contrario causará un efecto adverso.
No comprometas la calidad, una fotografía pixelada, oscura o que se vea mal, eso no es negociable, ya que esto solo hará que lo que quieres promocionar sea percibido negativamente.
La fotografía como herramienta de marketing no solo funciona para los productos sino también para las personas, especialmente para aquellas que trabajan mucho con su imagen, es así que aparece el fenómeno de los “Influencers” quienes a través de redes sociales como Instagram y Facebook supieron sacarle el provecho a su imagen convirtiéndose en personajes con fama que pueden atraer público y ser buenos vendedores de marcas.
Este aprovechamiento pronto lo tomarían artistas famosos y celebridades, implementándolas en sus redes sociales invirtiendo tiempo y dinero para que las fotografías sean prolijas, es que una buena imagen aumenta tu estatus y tu fama.
Las personas por naturaleza somos muy visuales, se dice que hasta el 80% de todas las impresiones que percibimos nos llegan a través de la vista y es el principal sentido de recepción de los recuerdos.
Entonces una campaña donde la fotografía sea el principal mensaje de lo que queremos dar a conocer, puede ser el mejor exponente para promocionar tu producto, porque a pesar de ser una imagen estática pude hacer vivir al posible consumidor la experiencia de disfrutar lo que le ofreces.
Si bien ya salimos de esa mala experiencia de la pandemia y ya no tenemos los grandes picos de exposición en el internet como aquel 2020, la naturaleza visual del del ser humano sigue intacta y la fotografía sigue siendo el primer exponente de nuestros productos o servicios y a diferencia del video este puedes encontrarlo fuera de un aparato electrónico.
¿Y tú, te animarías a hacer una campaña promocional netamente fotográfica? Visita nuestra web www.gomademascar.pe y entérate de nuestros servicios.
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